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Mantenimiento y limpieza de una cerradura: ¿Cómo hacerlo?

Cómo mantener una cerradura para evitar bloqueos

Para cualquiera que haya recurrido alguna vez a los servicios de un cerrajero profesional en una emergencia, y haya tenido que gastar una cantidad considerable de dinero para reparar una cerradura atascada, el mantenimiento de una cerradura es obvio. Sin embargo, con demasiada frecuencia se descuida este elemento, con el riesgo de que se deteriore su buen funcionamiento.

Sin embargo, con unos sencillos pasos, es fácil cuidar el mecanismo de tu cerradura y garantizar así la tranquilidad y la seguridad.

La cerradura también tiene un papel decisivo en el sistema de la puerta, ya que determina su funcionamiento, una cerradura puede provocar problemas en el cierre de la puerta. Esto puede provocar una pérdida de energía térmica, que a su vez puede perjudicar a la factura de la calefacción, por no hablar de las molestas corrientes de aire en la casa o el piso. Además, una cerradura dañada también significa un mayor potencial de robos. Sin quererlo, facilitarás el trabajo de los ladrones.

Las posibilidades de que tu cerradura se atasque son numerosas, por lo que conviene actuar antes de que sea demasiado tarde. Pero, ¿Cómo se mantiene una cerradura para garantizar su longevidad? ¿Cómo se lubrica el sistema de cierre para que siga siendo operativo en cualquier circunstancia? Ten en cuenta que la vida útil de una cerradura depende de la calidad y la frecuencia del mantenimiento.

Cómo mantener una cerradura para evitar bloqueos


¿Cómo mantener una cerradura?

Por regla general, una cerradura no se atasca por casualidad, significa que en algún momento se ha descuidado su cuidado y mantenimiento.

Las condiciones climáticas son a menudo la causa de la incautación de cerraduras, especialmente la humedad, las heladas e incluso el aire. El mecanismo de la cerradura puede atascarse u oxidarse más fácilmente de lo que se piensa, ya que una cerradura está formada por piezas metálicas muy pequeñas que puede condenar todo el mecanismo de la cerradura.

Si esto ocurre, la primera regla es no forzar la llave en la cerradura, ya que podría romperse y no tendría más remedio que llamar a un cerrajero profesional. En otros casos, aunque lubriques la cerradura, si es antigua, está muy atascada o si el óxido ha atacado el interior del cilindro, seguramente será necesaria la intervención de un cerrajero profesional, para su sustitución.


Lubrica la cerradura con regularidad es la solución más común

El lubricante introducido en la cerradura evita que los distintos componentes se atasquen con el tiempo. El lubricante también evita la acumulación de polvo no deseado que queda atrapado entre las pequeñas piezas metálicas.

Los lubricantes están disponibles en forma de aerosol, normalmente con un varilla larga y hueca para dirigirse mejor a las partes de difícil acceso para lubricar y, por lo tanto, alojarse al nivel del cilindro de la cerradura para una mayor eficacia.

Para lubricarla la cerradura, simplemente rocía la zona una o dos veces y luego limpia los depósitos del cilindro. Ten cuidado, ya que este último puede estar muy sucio y la grasa también lo estará. Prepárate para limpiar la suciedad rápidamente con un paño ligeramente húmedo.

Ten en cuenta que, si simplemente quieres quitar el polvo de la cerradura sin lubricar todo el cilindro, puedes utilizar un pequeño bote de aire comprimido. Si todo esto te parece un poco complicado y no quieres ensuciarte las manos, llama a un cerrajero profesional.

Lubrica la cerradura con regularidad es la solución más común


Las diferentes causas del bloqueo de la cerradura

Muy a menudo, la acumulación de polvo y suciedad provoca el mal funcionamiento de una cerradura de cilindro. La cerradura se ensucia y el mecanismo no puede funcionar correctamente.

Con demasiada frecuencia, el lubricante aplicado para protegerla acaba provocando una acumulación que hace imposible abrir o cerrar la puerta correctamente. Resulta difícil introducir la llave correspondiente y la llave no gira como debería. Por lo tanto, el uso de un lubricante inadecuado puede ser contraproducente.

La humedad tiene más probabilidades de penetrar en las cerraduras de bombillo que en las de cilindro, lo que provoca la oxidación. El óxido perjudica el funcionamiento del mecanismo y puede hacer que la llave o la cerradura se atasquen.


¿Qué productos hay que utilizar para mantener una cerradura y con qué frecuencia?

Como se ha explicado anteriormente, un bote de aire comprimido es especialmente eficaz para limpiar los cilindros o los bombines de las cerraduras. El polvo y la suciedad acumulados suelen ser eliminados por la presión.

Para la lubricación, un producto como el lubricante KF Lock evita los problemas causados por la grasa o el aceite. Estos productos grasos pueden provocar una acumulación de impurezas que se pegan y aglutinan con el tiempo. Por ello, es importante evitar su uso y utilizar en su lugar un lubricante no graso.

Ten en cuenta que también se recomienda limpiar la llave de vez en cuando. La llave puede ensuciarse y depositar parte de esta suciedad en la cerradura cada vez que se utiliza. Una gota de lubricante y una limpieza con un paño suelen ser suficientes para devolver a la cerradura su aspecto original.


¿Con qué frecuencia debe revisarse una cerradura?

Los cerrajeros profesionales recomiendan dos servicios al año:

  • La limpieza y la lubricación a finales del verano preparan la cerradura para el invierno.
  • Un servicio de primavera garantiza la eliminación de los rastros del invierno y las acumulaciones de polvo.

De este modo, tus cerraduras funcionarán sin problemas durante todo el año, lo que te ahorrará la necesidad de recurrir a un cerrajero de urgencia. También hay que vigilar el desgaste de las llaves. El desgaste severo puede llevar a un mal funcionamiento. Por ello, asegúrese de que una llave demasiado desgastada sea sustituida para evitar problemas.

Como con cualquier pieza mecánica, el mantenimiento es la clave para la tranquilidad. No lo descuides.

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