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Drones: la revolución aérea en España y la crucial importancia de la normativa y los permisos

Drones: la revolución aérea en España y la crucial importancia de la normativa y los permisos

Los drones, han pasado de ser meros juguetes tecnológicos a convertirse en herramientas indispensables en un sinfín de industrias, desde la agricultura de precisión y la inspección de infraestructuras hasta la cinematografía y los servicios de emergencia.

Sin embargo, su rápido ascenso ha requerido una estructura regulatoria sólida que garantice la seguridad del espacio aéreo, la privacidad de los ciudadanos y la profesionalidad de los operadores.

Por ello, la realización de un curso piloto drones es fundamental. En España, la legislación sobre drones es estricta y se rige principalmente por el marco europeo. Comprender esta normativa y la importancia de obtener los permisos para volar drones adecuados no es opcional, es una obligación para cualquier persona o entidad que opere un dron, ya sea por afición o por trabajo.»

Por ello, la realización de un curso piloto drones es fundamental. En España, la legislación sobre drones es estricta y se rige principalmente por el marco europeo.

Comprender esta normativa y la importancia de obtener los permisos adecuados no es opcional, es una obligación para cualquier persona o entidad que opere un dron, ya sea por afición o por trabajo.

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Claves de la legislación europea y española para el pilotaje seguro de drones

El marco regulatorio europeo: EASA y la legislación española

La regulación de los drones en Europa se unificó bajo la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), cuyo reglamento entró en vigor a principios de 2021. Este marco armonizado reemplazó la mayoría de las antiguas normativas nacionales, simplificando las operaciones transfronterizas y estableciendo un lenguaje común para todos los estados miembros, incluida España.

La legislación europea clasifica las operaciones de drones en tres categorías principales, basadas en el riesgo que suponen para las personas en tierra y la seguridad aérea:

  1. Categoría abierta (Open)

Esta es la categoría de riesgo bajo y la más común para la mayoría de los aficionados y algunas operaciones comerciales sencillas. Las operaciones bajo esta categoría no requieren autorización previa, pero sí el cumplimiento de límites claros:

  • Altura máxima: 120 metros sobre el terreno.
  • Peso máximo de la aeronave: Menos de 25 kg.
  • Alcance visual (VLOS): El piloto debe mantener el dron a la vista en todo momento.
  • Zonas operacionales: Nunca sobre concentraciones de personas ni en zonas restringidas.

La Categoría Abierta se subdivide a su vez en tres subcategorías (A1, A2 y A3) que dependen del peso del dron y la proximidad permitida a personas. Para operar en A2 (más cerca de personas), por ejemplo, se requiere un nivel de formación y examen mayor.

  1. Categoría específica (Specific)

Esta categoría engloba las operaciones de riesgo medio, que exceden los límites de la Categoría Abierta (por ejemplo, volar fuera del alcance visual, o en zonas urbanas que requieren una autorización de seguridad).

Para operar en esta categoría, el operador debe obtener una autorización operativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) en España. Esto se consigue generalmente presentando un Análisis de Riesgo Operacional (SORA), o utilizando un Escenario Estándar Nacional (STS) o Europeo (PDRA), que son plantillas de riesgo predefinidas y aprobadas.

  1. Categoría certificada (Certified)

Esta es la categoría de alto riesgo, reservada para operaciones complejas que implican transportar personas o mercancías peligrosas. Requiere la certificación del dron, del operador y, en algunos casos, del piloto, similar a la aviación tripulada.


La normativa española: AESA y el complemento nacional

Aunque el reglamento europeo establece las bases, AESA sigue siendo la autoridad competente en España para aplicar y supervisar su cumplimiento. La normativa española complementa el marco EASA en aspectos críticos como la definición de espacio aéreo restringido y la regulación de zonas específicas.

 Gestión de Zonas Restringidas y Prohibidas (AESA)
TIPO DE ZONA DESCRIPCIÓN Y RESTRICCIÓN
Zonas Prohibidas (P) Áreas de seguridad nacional, bases militares, parques nacionales o infraestructuras críticas (nucleares, etc.). El vuelo está vetado.
Zonas Restringidas (R) Zonas aeroportuarias (incluye helipuertos). Requieren coordinación con el gestor aeroportuario (ENAIRE) y un estudio de seguridad. Distancia habitual: 8 km alrededor del aeropuerto y 15 km de la cabecera de pista.
Espacio Aéreo Controlado (CTR) Espacio controlado por una torre. Volar aquí exige autorización específica y comunicación constante.
⚠️ Importancia de los Permisos: Volar sin coordinación o permiso conlleva multas muy elevadas y representa un grave peligro para la seguridad aérea. AESA utiliza herramientas como ENAIRE Drones para la consulta.

Requisitos de formación y registro

La normativa exige que los operadores y pilotos cumplan con ciertos requisitos:

  1. Registro de operador: Todo propietario de un dron de 250 gramos o más (o uno con sensor capaz de capturar datos personales, independientemente del peso) debe registrarse ante AESA y obtener un número de operador. Este número debe ir visible en el dron.
  2. Formación de piloto: Dependiendo de la categoría, el piloto debe completar formación online y, en algunos casos, superar exámenes teóricos y pruebas prácticas. Por ejemplo, para la categoría Abierta A1/A3, el piloto debe superar una prueba teórica online. Para la subcategoría A2, se requiere un examen adicional y una autodeclaración de prácticas.
  3. Seguro obligatorio: Todos los drones, incluso los de uso recreativo, deben contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños a terceros que la aeronave pueda causar.

La importancia crítica de los permisos y las sanciones

La importancia de obtener los permisos y seguir la normativa no puede subestimarse. No se trata solo de burocracia, sino de garantizar la convivencia segura de los drones en el espacio aéreo compartido con aviones, helicópteros y otros usuarios.

Seguridad aérea y pública

Cuando un operador solicita un permiso para volar en una zona controlada (Categoría Específica), AESA o el gestor aeronáutico evalúan:

  • Mitigación de riesgos: Se exige al operador demostrar que ha tomado todas las medidas necesarias para reducir el riesgo a un nivel aceptable. Esto incluye planes de emergencia, evaluación del entorno, y medidas técnicas de seguridad del dron.
  • Información a otros usuarios: Al otorgar un permiso en un CTR, el gestor aéreo conoce la actividad y puede informar a otros pilotos, evitando conflictos.

Consecuencias legales

El incumplimiento de la normativa conlleva sanciones que varían en función de la gravedad de la infracción, clasificadas como leves, graves o muy graves bajo la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea.

  • Infracciones leves: Ejemplos típicos incluyen no llevar la placa de identificación del dron o no tener el registro de operador visible. Estas pueden acarrear sanciones económicas de hasta 45.000 €.
  • Infracciones graves: Se consideran graves realizar vuelos sin el seguro obligatorio o volar por la noche sin el permiso necesario. Las multas oscilan desde 45.001 € hasta 90.000 €.
  • Infracciones muy graves: Volar en espacio aéreo controlado sin autorización, interferir gravemente con otras aeronaves, o poner en peligro la vida son acciones calificadas como muy graves. Las sanciones más altas van desde 90.001 € hasta 225.000 €.

Además de las multas, el incumplimiento grave puede llevar a la suspensión de la licencia del operador e incluso a responsabilidades penales si se pone en riesgo la vida o la seguridad de las personas, o si se vulnera la legislación sobre la privacidad y la protección de datos (capturar imágenes de propiedades privadas sin consentimiento).

La importancia crítica de los permisos y las sanciones


La profesión del mañana

El sector de los drones en España está madurando rápidamente, y la profesionalización del pilotaje pasa inevitablemente por el respeto escrupuloso a la normativa.

Cualquier empresa que utilice drones para topografía o fotografía de paisajes, debe contar con operadores registrados y cualificados, un seguro vigente y, lo más importante, solicitar los permisos pertinentes para cada operación que lo requiera.

La tecnología del dron es una puerta a la eficiencia y la innovación; la regulación es el marco que asegura que esta puerta se abra de forma segura y responsable. El mensaje es claro: la planificación legal es tan importante como la planificación del vuelo.

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