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Cuida tu salud con estos consejos para limpiar y desinfectar tu colchón
Para disfrutar y asegurarte un buen descanso, no solo debes contar con la cama adecuada, unas sábanas limpias o un somier en condiciones. También hay que tener en cuenta el estado del colchón, un aspecto fundamental para mantener un buen descanso y por ende una buena salud. Para conseguir la relajación necesaria a la hora de poder conciliar el sueño, el colchón es fundamental; por ello, te ofrecemos los siguientes trucos destinados a facilitaros una solución sencilla y práctica a la hora de solventar los problemas de suciedad más comunes que pueden presentarse en los colchones.
Estos pueden oscilar entre desde el simple polvo hasta la presencia de ácaros u otras bacterias que son capaces de producir diversas enfermedades, entre las que pueden encontrarse las alergias o los problemas de la piel.
Mantener una limpieza periódica
Si cada cierto tiempo realizas la limpieza del colchón siguiendo estos consejos, podrás asegurarte una cama libre de cualquier tipo de suciedad y gérmenes, que además de impactar positivamente en tu salud, a la larga también lo verás reflejado en la vida útil de tu colchón. ¿Comenzamos?
El tiempo estimado para realizar una limpieza más superficial del colchón se ciñe, como mínimo, a una periodicidad de vez a la semana, en cambio si se trata de una limpieza más en profundidad, esta será cada 6 meses.
Para realizar una limpieza superficial
Además de cambiar de forma regular tus sábanas, debes aspirar la superficie del colchón al menos una vez a la semana. Así evitarás que el polvo se acumule o una máxima proliferación de ácaros.
También es recomendable aplicar sobre el colchón un poco de bicarbonato de sodio, posteriormente friega la superficie con un cepillo suave y finaliza el proceso pasando la aspiradora. De este modo conseguirás eliminar los malos olores y los ácaros.
En cuanto a la realización de una limpieza más en profundidad del colchón, debes aprovechar este momento para rotarlo. De esta manera el desgaste de la superficie debido al paso del tiempo se producirá de modo más uniforme, evitando la aparición de los incómodos desniveles.
Hay varias posibilidades, puedes optar por colocar la parte superior en la inferior o simplemente voltear el colchón y listo. Pero esto no acaba aquí:
- Aspira el colchón (puedes comenzar utilizando como hemos citado anteriormente el bicarbonato de sodio como paso opcional), luego mezclando 1 cucharada de detergente para la ropa en 1 litro de agua fría crearas una espuma limpiadora. Procura batirla muy bien para crear suficiente espuma y proceder a su aplicación.
- Mediante una esponja, toma un poco de la espuma y haz movimientos circulares sobre el colchón, pon el foco en aquellas zonas donde haya manchas. Si estas son difíciles de quitar, utiliza jabón para tapicerías.
- Cuando acabes, deja que el colchón se seque. Para terminar pasa una vez más la aspiradora.
- Para mantener mucho más tiempo el colchón limpio, lo recomendable seria que le coloques un protector que puedes encontrar en cualquier tienda del hogar. Esto te facilita el trabajo, ya que se encarga de recoger la suciedad y luego solo tendrás que lavar el cobertor. También, y si cuentas con el espacio suficiente, puedes ventilar el colchón durante un día, de este modo eliminarás la humedad acumulada por el sudor.